La evaluación a los alumnos requiere de un importante trabajo docente.
Es importante tener claro qué se desea evaluar para luego poder diseñar los instrumentos que mejor nos permitan conocer lo que queremos saber.
Si el instrumento para evaluar consiste en una prueba escrita, ésta podrá tener igual grado de dificultad para todos los alumnos del mismo grupo. El docente también podrá elaborar dos o más pruebas con diversos grados de dificultad para administrar a diferentes alumnos dentro del mismo grupo.
Recordemos que no es lo mismo evaluar actitudes, conocimientos o procedimientos; así como también son diferentes los procesos que los alumnos tienen que poner en juego para resolver cada consigna que les presentemos (en el caso de que elaboremos una prueba escrita). Es decir que, para cada contenido disciplinar, podemos evaluar diferentes procesos cognitivos:
CONTENIDOS | PROCESOS |
Uso de números en contexto | Reconocer |
Números... en la recta numérica | Ubicar |
Signos de puntuación | Usar |
Noción de oración | Distinguir |
En este trabajo haremos mención a la evaluación de conocimientos y procedimientos. (Con "conocimientos" hacemos referencia tanto a los contenidos factuales -datos y hechos- como a los conceptos que forman parte de lo que comúnmente llamamos contenidos conceptuales.)
Al pensar en los conocimientos, es importante que podamos distinguir si estamos evaluando conceptos o hechos porque estos no se aprenden ni se evalúan de la misma manera.
Si la intención del docente es evaluar conceptos, es deseable tener presente algunas consideraciones a la hora de diseñar los instrumentos:
- Evitar preguntas y tareas que ofrezcan respuestas reproductivas o en las que la respuesta correcta esté literalmente incluida en los materiales y actividades planteadas.
- Proponer situaciones nuevas, para cuya resolución los alumnos deban generalizar sus conocimientos. Para ello, el docente habrá tenido en cuenta que las actividades de enseñanza se hayan basado en contextos diversos y hayan requerido también de cierta generalización.
- Valorar las ideas personales o la elaboración de los alumnos.
- Utilizar técnicas indirectas que hagan inútil la repetición literal.
- Acostumbrar a los alumnos a animarse a utilizar su conocimiento para resolver enigmas, problemas y dudas.
En relación con los procedimientos, lo que evaluamos es un doble aprendizaje:
- Referido al procedimiento en sí mismo: indagamos si el alumno sabe qué acciones lo componen, en qué orden deben sucederse, bajo qué condiciones, etcétera.
- Referido al uso del procedimiento: verificamos si el alumno usa y aplica este procedimiento en las situaciones nuevas.
Aprender un procedimiento supone no sólo asimilar el enunciado de la regla que lo expresa, sino también ponerlo en práctica. Lo más conveniente es comprobar una realización del alumno. Entonces, las consignas de la prueba tendrán que solicitarle que demuestre que conoce la información, que sabe usarla y que sabe aplicarla.
REFLEXIONA SOBRE LO LEIDO Y RESPONDE:
¿Se puede evaluar sin calificar?
¿De qué manera se elaboran consignas que nos permitan evaluar datos, conceptos, procedimientos, actitudes
¿Calificamos o descalificamos?